La secuencia comenzó cuando las cámaras fijas del puente de calle Sorondo captaron a un joven de unos 25 años que circulaba con una moto 110 CC que avanzaba en dirección sur a norte. El alerta fue transmitida de inmediato a los móviles de la Comisaría 33° que patrullaban la zona.
A los pocos minutos, un patrullero interceptó al conductor. Allí se revisó la numeración de chasis y motor y el sistema informático arrojó que la moto Motomel tenía un pedido vigente de secuestro por robo. Se supo que la denuncia fue efectuada en marzo en la Comsiaría 47° de J. J. Gómez. La información fue transmitida en tiempo real, lo que permitió actuar sin demoras.
Posteriormente, el joven fue trasladado junto con la moto a la unidad policial. Se constató que no tenía antecedentes en los sistemas provinciales ni nacionales.
Este operativo refleja el valor del trabajo coordinado entre tecnología instalada por el gobierno de Río Negro y presencia policial en las calles. Los operadores del Centro de Monitoreo, atentos a cada detalle, lograron detectar una situación que a simple vista podía pasar inadvertida. Y los efectivos, con decisión y rapidez, concretaron la identificación y el secuestro.
La recuperación de la moto robada no solo devuelve un bien a su legítimo dueño, sino que también transmite un mensaje claro: el sistema de vigilancia y patrullaje funciona, y está preparado para responder en tiempo real.