Estas posturas son las que guiarán dichas negociaciones.
Estamos ante un año fiscal difícil y con múltiples circunstancias que condicionan los aumentos salariales, a saber: el marco económico nacional, el déficit del año 2013, las consecuencias para la provincia de las modificaciones del tipo de cambio, entre otros aspectos.
Entendiendo que los trabajadores provinciales merecen una propuesta salarial que permita mantener el poder adquisitivo de los salarios, privilegiando aquellos trabajadores que perciben los sueldos más bajos, quiero exponer claramente los siguientes conceptos:
En primer lugar, este Gobierno no otorgara ningún aumento salarial que comprometa gravemente las finanzas provinciales, ponga en riesgo el funcionamiento del Estado provincial y que por consecuencia sea la ruptura de la cadena de pagos de salarios, proveedores y prestadores de la provincia.
Es preferible, la aceptación de una suma de dinero inferior al pretendido por parte de los representantes gremiales a un aumento mayor que comprometa las mismas fuentes laborales.
En otro aspecto, la decisión de este Gobierno es que los acuerdos salariales contemplen todo el año fiscal 2014, como una manera de dar previsibilidad a las finanzas provinciales y a los agentes públicos.
Asimismo, deseo dejar claramente establecido que cualquier medida de fuerza, instrumentada de cualquier forma o modo significará automáticamente el cese de las negociaciones salariales.
De igual modo, quiero expresar sinceramente que en caso de efectuarse medidas de fuerza que signifiquen la no prestación por parte de los trabajadores de sus obligaciones laborales se descontarán las horas o días no trabajados.
En conclusión, manifestar que este Gobierno hará el mayor esfuerzo posible y agotará bajo cualquier circunstancia los distintos mecanismos de diálogo a los efectos de sacar adelante este momento difícil en la relación entre el estado provincial y sus empleados